miércoles, 19 de abril de 2017

GRACIAS

Foto: Manuel Higueras Cruz

Desde nuestra Hermandad queremos agradecer a todas las personas que han estado trabajando para que este Martes Santo haya sido especial.
Año tras año, hay muchas personas que trabajan a la sombra durante todo el curso, para que todo esté listo y cuando las puertas de la Trinidad se abran, Nuestra Madre pueda contemplar las calles de nuestra amada ciudad.
No podemos olvidarnos de Nuestro Presidente que durante tantísimos años ha velado por el bien de la cofradía. Que se implica en cuerpo y alma para su hermandad.
A nuestro Cabildo, porque cada uno de los que lo componemos, hacemos por donde nuestra hermandad, crezca pasito a pasito pero firme en nuestras convicciones y amor hacia Nuestra Madre.
 A nuestros nazarenos que portan su túnica para acompañar a Nuestra Madre iluminando su camino.
 Y Aquellos hermanos que sin su túnica acompañan con la misma devoción siendo también participes de la Noche del Martes Santo, sin olvidar a los que nos mandan su aliento desde casa, porque su salud les impide estar presentes, pero aun así comparten con nosotros estos momentos tan especiales.
 A nuestro capataz, cuerpo de capataces y cuadrilla de costaleros, que año tras año y con una delicadeza exquisita guían a Nuestra Titular por las calles, pareciendo como si levitase, acercándola a los fieles de una manera silenciosa pero afable.
 A nuestro vestidor que con tanta pasión viste a Nuestra Madre, y pone lo mejor de sí mismo para que Ella luzca reluciente en la noche del Martes Santo. 
A el cuerpo de acólitos que hacen su estación dando luz y olor a la noche del Martes Santo.
A nuestro Capellán, por su dedicación, por su disposición, por hacer que los niños puedan volver a la Iglesia y sea para ellos su segundo hogar. Por sus consejos, por hacernos las cosas tan fáciles a una hermandad que aún carece de muchas cosas pero que poco a poco y no sin esfuerzo va haciéndose. Por enseñarnos el valor de lo que realmente importa y enseñarnos a no quedarnos en lo superfluo. Al esfuerzo del camino constante que no sin obstáculos y aunque decaiga la fuerza al final nos espera la recompensa de la satisfacción de uno mismo para con Dios.
A Charo y Paqui que con su infinita paciencia han estado abriéndonos las puertas estando a nuestra disposición siempre y a cualquier hora.
A las hermandades que nos ayudan a completar nuestro cortejo procesional, y aquellas que siempre tienen su mano tendida para colaborar con nosotros. Gestos así dan sentido a la palabra HERMANDAD.
 Y como no, a todas las mujeres, esposas, novias, novios, padres, madres… que aguantan los previos a la Semana Santa con la ausencia de sus parejas, hijos, hermanos… ya que están en ensayos, montando cera, preparando el paso, cosiendo los últimos detalles…..
 Por último y no por ello más importante GRACIAS a los niños que se acercan por la parroquia en el Veranillo de San Nicolás y campamento, porque sois testigo de futuro y aliento del presente, porque tan solo una sonrisa vuestra nos da fuerza para un largo año de trabajo.